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DISEÑO INDUSTRIAL. OPORTUNIDADES DE NEGOCIOS



Las empresas buscan agregar más valor a sus productos
Argentina - 21/04/2016 - Buenos Aires Económico - Pág. 1,12,13 - Tiempo de Lectura: 7' 24''


Las empresas buscan agregar más valor a sus productos
Diseño Industrial
Las empresas buscan cada vez más agregarle valor a sus productos y eso le abre puertas a los profesionales del rubro y poslclona a los bienes en los mercados externos
Juan Relmucao Especial para BAE Negocios •
T T na Argentina agroexpor¿ U tadora o industrial? Para algunos este interrogante tan antiguo como recurrente en la historia del país puede empezar a resolverse mediante la inclusión del diseño industrial en el ADN de las fábricas argentinas.
Una disciplina que mezcla funcionalidad, estética, consumo y competitividad. En un tomógrafo de última generación o en la bandeja de comida o los auriculares de un avión. En las imprentas o en los lentes de lectura. El diseño industrial está prácticamente en cada producto manufacturado por el ser humano y ha sido punta de lanza del progreso industrial desde que nació en el periodo de entreguerras mundiales. Hoy, las demandas del mercado y la tecnología hacen del diseño una herramienta clave en el desarrollo de una empresa y, según algunos, de la industria de un país entero. A grosso modo, podría decirse que el diseño industrial trabaja sobre las formas y los materiales de los productos serializados y trata de generarles una mayor competiüvidad mediante la agregación de valor. No obstante, la labor del diseñador no se reduce únicamente a un criterio funcional; también se trata de interpelar al consumidor desde sus competencias culturales, estéticas, desde su clase y desde todo aquel factor que pueda llegar a enlazarlo con un producto. Basta con salir a cualquier parque para ver cuántas personas salen a trotar con las botellas de colores de una reconocida multinacional de plásticos. ¿Por qué comprar esas y no reutilizar una botella de agua mineral? Mismo material, misma función, mismas prestaciones pero distinto diseño. Y en un país como Argentina en el que -según datos del Instituto Nacional de Tecnología Industrial- la industria metalmecánica tiene una producción valuada en $65.000 millones y representa un 13% del Producto Bruto Interno (PBI), la difusión de esta disciplina puede representar algo más que una renovación estilística o un aggiornamiento de los modos de producción (ver recuadro). Salto de calidad Acerca del plus que puede aportar un diseñador, el coordinador del Área de Diseño de Objetos y Productos de la Universidad de Palermo (UP), Daniel Wolf, afirma que "cuando una empresa encuentra un profesional con dominio del marketing, sensible a la mirada del consumidor, con conocimiento de los procesos productivos y comprometido con el éxito económico del emprendimiento se convierte en una figura relevante. Casi imprescindible en un contexto cada día más complejo, comunicado y competitivo. La incorporación de creatividad, articulada con un uso eficiente de los recursos, en definitiva el diseño, es hoy en día un commodity en empresas competitivas". Por su parte, el director del Área de Vinculación Tecnológica de la Universidad Nacional de Lanús (UNLa), Andrés Ruscitti, lleva los alcances de la disciplina directamente al plano macro. "El diseño industrial es una de las primeras herramientas de agregado de valor para una región y un país. Si bien la magnitud de ese impacto también va a depender de otras condiciones, el diseño tiene un rol importante sobre todo en las PyMEs. En ellas la incorporación del diseño industrial permite un salto enorme en la calidad de sus productos y en la organización de la producción. Además, se incorporan herramientas digitales a la producción y ese es un cambio muy positivo del que el Área de Vinculación puede dar fe". Horizontes y fronteras Que el diseño represente un salto de calidad para las empresas impacta de lleno en una variable muchas veces problemática: el empleo joven. Según los especialistas, pequeñas y grandes firmas precisan diseñadores para incrementar el hándicap de su producción y eso es una buena noticia para aquellos indecisos que empiezan a pensarse como futuros profesionales del sector. Para Wolf, también director del estudio danielwolf.com.ar, "en un contexto inestable, dinámico e impredecible como lo es el mercado argentino, los ejes en la formación del diseñador industrial -la versatilidad, la mirada interdisciplinaria y el entrenamiento para la resolución de problemas- resultan un activo que le permiten al profesional adaptarse y estar atento al surgimiento de nuevas oportunidades para desempeñarse en escenarios cambiantes". En tanto, Ruscitti subraya que "el crecimiento de la profesión y de la carrera en los últimos años es un hecho y la tasa de empleabilidad que tiene el diseño industrial es altísima". No obstante, los diseñadores jóvenes enfrentan, al menos en el sector privado, dos variables que pueden jugarles en contra: la mentalidad de los industriales y los aprietos económicos de Argentina. Según Bernardo Rimoldi y Francisco Lapido, socios en Sólidos 3D, un estudio joven que ofrece soluciones para empresas y particulares mediante impresoras 3D, "todas las PyMEs quieren crecer, pero a muchas les cuesta el agregado de valor. A veces los industriales llevan cincuenta años fabricando un producto de la misma forma y cuando se les sugiere algún cambio les resulta difícil salir del canon que vienen manejando". "Además -marca Lapido- todo pequeño costo que se le sume al producto también puede verse como un problema. Porque las materias primas pueden subir, porque tal modificación conlleva que se usen dos gramos más de plástico por producto, etcétera. En la Argentina, salvo quizás en algunas empresas multinacionales, es difícil encontrar ese Silicon Valley donde te permitan diseñar con una cierta libertad de criterio INCENTIVO Presencia y financiamiento estatal ¦ Como parte de su Plan Nacional de Diseño, el Instituto Nacional de Tecnología Industrial presentó en marzo pasado el programa PYMES D, un plan de promoción del diseño industrial en las más 600.000 pequeñas y medianas empresas que en 2015 registró el entonces Ministerio de Industria. Mediante el plan, las compañías pueden acceder a una financiación del 90% de los honorarios de sus diseñadores durante ocho meses. Asimismo, el Ministerio de Producción de la Nación lanzó el Sello de Buen Diseño, una manera de distinguir las empresas que se valieron del diseño para mejorar su competitividad. Mediante este sello las firmas acceden a participar de ferias y rondas de negocios. Estas medidas se suman a otras políticas como el programa de fomento INCUBAR, la línea de créditos Capital Semilla y el Programa de Apoyo a la Competitividad, que financia la compra de equipamiento vinculado al diseño de productos, las capacitaciones que sean necesarias en materia de diseño y la comunicación de productos. Los diseñadores jóvenes deben enfrentarse con la mentalidad de los industriales tradicionales La industria metalmecánica nacional moviliza $65.000 millones Las empresas apuestan al talento joven para mejorar las prestaciones de sus productos Las impresoras 3D, tomando cada vez más protagonismo y presupuesto. El chico que sale recibido por lo general va a trabajar en una PyME y cuando proponga cambiar una bisagra le van a decir "no, esa bisagra la usamos hace 40 años". Detrás de la ambivalencia de la industria, Rimoldi distingue una disyuntiva histórica argentina: "Es lo mismo que nos contaban en el colegio. ¿Argentina quiere ser un país que exporte materias primas o un país industrial? Si la decisión es industrializar, hay que salir a competir con productos de valor agregado. Y ahí entramos nosotros, los diseñadores. ¿Pero si al sector industrial le cuesta entender la inversión en agregado de valor? Si queremos fabricar la heladera SIAM de nuevo, por ejemplo, no se puede usar el modelo antiguo. Hay que renovarla. Ahí falta cerebro, conocimiento, no chapa doblada. Y también falta un marco económico que le permita a la industria ver en el diseño una inversión segura más que un riesgo". Para los jóvenes, "si se busca el fortalecimiento de una industria nacional, el fomento del Estado al diseño industrial es una parte fundamental de esa complexión", agrega. Diseño en debate ¿Será el diseño el factor de despegue de la industria argentina?. Para el coordinador del Área de Diseño de Objetos y Productos de la UP la posibilidad es remota. "Los problemas que enfrenta un país con las características de Argentina, más allá de las miradas ingenuas y voluntaristas que suelen escucharse en nuestro medio, exceden el alcance que la propia disciplina puede abordar. Más allá de las ganas de crear, del espíritu crítico e innovador y las posibilidades concretas que el diseño aporta (o podría aportar) en la competitividad de nuestros productos, me gusta pensar que el aporte que esta disciplina puede proveer es la íntima satisfacción que nos produce a los diseñadores poder ejercer esta mágica profesión. Me resulta ingenuo pensar que la cantidad o calidad de diseñadores pueda incidir en un país con más de 42 millones de habitantes y un PBI que en 2014 se estimaba de u$s540.000 millones". Desde la Dirección de Vinculación Tecnológica de la UNLa, Ruscitti recoge el guante: "Para nosotros el diseño industrial es un componente del tejido productivo de la sociedad y trabajamos con el compromiso de incidir en la productividad de las empresas que están en la región de incidencia de la universidad. Como ejemplo de la incidencia del diseño en sectores de la industria podemos citar el caso de los fabricantes de maquinaria agrícola. Ese fue un sector que tuvo un desarrollo importantísimo de la mano del crecimiento de la agricultura; hubo una continuidad en empresas que incorporaron diseño y hoy las cosechadoras de argentina tienen un nivel de diseño tal que compiten a nivel internacional". Visualizando los desafíos que atravesará el país en los años por venir, el especialista no duda: "Por algo hay políticas públicas que insisten en fortalecer la carrera y facilitarle a los industriales el acceso a profesionales capacitados para diseñar. ¿Argentina quiere abocarse a terminar su proceso de industrialización y desarrollo? Bueno, entonces el diseño industrial va a ser un elemento vital". El Estado tiene diferentes programas de incentivo para el diseño industrial

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